Este patio se encuentra situado en la rinconada de San Justo, 1
No ha variado mucho la distribución de las calles y callejuelas de este antiguo barrio de los santos Justo y Pastor, cuya colación citan por primera vez los documentos mozárabes en 1125 y los antiguos archivos catedralicios desde 1150, al donar Alfonso VII un horno a un abad de la parroquia, llamado Pedro.
Muy próximos a la rinconada, se estrecha un callejón llamado del Toro, que recoge la tradición popular, de que un toro escapado no pudo pasar por la estrechez del callejón, lo que parece exagerado, pues aun siendo angosto no creemos que lo sea tanto. Como hipótesis probable el nombre sea del apellido de algún personaje de relativa fama o muy arraigado en el paraje.
De nuevo en la plaza, como dato anecdótico diremos que la fuente que ocupa el centro de la plazuela data de 1866, en que se surtía del agua de Pozuela, abastecimiento inaugurado tres años antes. La plaza de San Justo es todavía un sitio para vivir a un ritmo razonable, con tráfico rodado que no pasa raudo por ella, sino que solamente entra y sale sin molestar demasiado. (Fuente: Historia de las Calles de Toledo)
Juan Luis Alonso Oliva, Académico Correspondiente, nos trae una conocida leyenda toledana de “capa y espada” que se sitúa muy cerca, en la fachada de la Iglesia de San Justo y Pastor, donde se inicia la cuesta del mismo nombre.
El Cristo de las Cuchilladas En este mismo instante, los muros de la Iglesia se abrieron engullendo a don Diego y a Isabel al interior del templo, cerrándose a continuación como si de una puerta de madera se tratase. Los secuestradores quedaron inmóviles, sin saber muy bien qué había sucedido… “Y abríóse rápido el muro arrebatando a los dos”. Tras la sorpresa inicial, ciegos de cólera dieron en la pared con las espadas, hasta cien cuchilladas que en la dura piedra quedaron.