Este patio se encuentra situado en la plaza Carmelitas Descalzos, 2 “Convento Carmelitas”
Se llama así a esta plaza desde 1643, fecha en que se inauguró el convento carmelitano que la preside. Es ésta, por cierto, la tercera residencia de los hijos de la reforma carmelitana, ya que anteriormente (1584) habían vivido en las casas de Alonso Sánchez ’el Rico’, antiguo convento de Sancti Spiritus, disuelto a mediados del siglo XVI. Posteriormente se albergaron en un cigarral inmediato al castillo de San Servando, antiguo convento de igual título, que adquirieron en 1606.
En 1643, alegando que aquel lugar era insano decidieron trasladarse a la plaza que estamos comentando, previa compra de las casas que allí tenía don Gonzalo Manrique y Mendoza. El cigarral fue adquirido después por el cardenal Lorenzana para la Real Casa de la Caridad, por lo que se llamó “Cigarral del Alcázar”. Lo de ser un lugar insano debió ser un pretexto para trasladarse al centro de la ciudad, ya que, por razones de salubridad, en 1930 se instaló allí el Hospital Provincial y allí continúa sin problemas. (Fuente: Historia de las Calles de Toledo)
El edificio ocupa un lateral de la plaza que lleva el nombre de la orden. Los carmelitas descalzos acabaron estableciéndose dentro de la ciudad como Convento del Espíritu Santo. A mediados del siglo XIX, el edificio sirve de sede para albergar el Seminario Conciliar de San Ildefonso, que estará ahí ubicado hasta que finalicen las obras del que sería su sede definitiva en donde lo podemos ver hoy.
Sufrió fuertemente los avatares de la Guerra Civil Española, muchos de sus frailes fueron asesinados durante la cruel contienda. La biblioteca fue arrasada lo mismo que gran parte del convento. En 1954 se concluyó la reedificación del convento, que por un tiempo fue casa de los profesos. Desde 1981 hasta 1996 fue Seminario para los estudiantes de BUP y COU y postulantado. En la actualidad es una Casa de Oración restaurada con mucho arte y maestría. (Fuente: fr. Óscar Aparicio Ahedo)
Su fachada principal grecorromana, en general de ladrillo visto con cajas de mampostería, de volúmenes cúbicos y perfiles rectilíneos, con un cimborrio cuadrangular que enmascara la cúpula; resalta la portada en piedra del templo de tipo retablo-cuerpo y ático con una hornacina con la imagen de la Virgen, mientras que a los lados se pueden ver sendos escudos de la Orden de los Carmelitas Descalzos, y presenta como soportes fundamentales pilastras toscanas. Entramos al templo, de planta rectangular, consta de tres naves cubiertas con bóveda de cañón. Tanto en la nave central como en las capillas laterales hay paneles de azulejos del siglo XVIII. Siguiendo su fachada principal, a continuación de la entrada al templo se halla una portada de piedra adintelada que nos conduce al interior del convento. Su edificación data de 1643. El edificio dispone sus dependencias en torno a un patio, cuyo piso principal lo forman cuatro galerías, con bóvedas de medio cañón con lunetos; salvo en los tramos de esquina, que están cubiertos con bóvedas de aristas. (Fuente: Wikipedia)