Este patio se encuentra situado en cuesta del Bis-Bis, 1
El origen del extraño nombre de esta calle, se debe a que en una de las casas vivió un comerciante en sedas llamado Gabriel Sánchez Belvís, en 1766 se usa para la calle el nombre de Vilvís. Ya en 1855 se rotula como Bilbís, y por último en 1864 en el Nomenclátor oficial se la llama cuesta de Bisbís, quizá por error de redacción o de pronunciación, y así es como se la conoce actualmente. (Fuente: Historia de las Calles de Toledo)
Perpendicular a la calle Hospedería de San Bernardo, en el barrio de Santo Tomé, bajamos dicha cuesta, de pequeño trazado y llegamos en su pared derecha a la entrada del inmueble, construido en dos plantas. Protegido con verja a modo de cancela, atravesamos un pequeño zaguán con techo de vigas de madera hasta llegar a continuación a su patio, de estilo castellano con paredes enladrilladas, ventanas con rejas de forja, y solado desde el zaguán con baldosines y olambrillas. Al fondo se alzan dos plantas con balaustradas de madera.
Cercano a este paraje, la tradición toledana cuenta la leyenda:
El Cristo del Motín firmada por José Zahonero. “Tomóla D. Álvaro en sus brazos, y dirigiéndose á la esquina donde se hallaba el Cristo, dejó su dulce carga en el suelo, y apoyándose en una reja rompió el cristal de la urna, sacó de ella la imagen, apagó los farolillos, y bajando con presteza, tornó a tomar en sus brazos a su amada, y escapó por el intrincado laberinto de estrechas calles de la imperial ciudad…”