Este claustro se encuentra situado en la calle Alfonso XII “UCLM-Convento Madre de Dios”
Tanto por su longitud como por haber tenido varios edificios destacados, ha sido conocida por varios nombres a la vez, aplicado cada uno a un tramo distinto. La parte inicial, desde la plaza Padre Juan de Mariana, se llamó durante siglos “calle de la Cárcel Real”, ya que en ella estaba, al menos desde 1560 un edificio propiedad del Ayuntamiento y destinado a prisión, ocupando parte del solar que hoy es de la Residencia de Jesuitas desde 1925. En 1844 se la llamaba “Cárcel Nacional”, a consecuencia de los cambios políticos, y en 1851 “Cárcel Vieja”, por trasladarse a Gilitos el establecimiento. En el Nomenclátor de 1864 se la denominaba “calle de San Juan Bautista”, nombre que debió usarse rara vez. Reparada y ampliada la cárcel en 1575, por orden del activo corregidor Gutiérrez Tello, se dividía en dos sectores: uno “seguridad de los buenos y castigo de los malos” para delincuentes comunes, y otro, “cárcel para gente honrada”, frase paradójica hoy, que entendemos por honra una cualidad distinta que entonces se atribuía para los ciudadanos de linaje distinguido. (Fuente: Historia de las Calles de Toledo)
Ubicado cerca de la plaza Padre Juan de Mariana. Fue la Casa Principal de los Silva en el siglo XIV, de la que se conservaban los muros y el suntuoso patio. Desde finales del siglo XV hasta mediados del XVII fue el Convento Madre de Dios, de la orden de dominicos, fundado por Leonor y María de Silva, hijas del conde de Cifuentes. A finales del XVII empieza un deterioro que continuará hasta el XIX. Albergó también el cuartel de la Guardia Civil. Tras varias restauraciones en el siglo XX la Universidad de Castilla La Mancha la adquiere para complementar con el Centro Universitario de San Pedro Mártir, siendo actualmente campus universitario donde se halla una parte de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales.
Durante las obras de rehabilitación en el año 2005 del conjunto conventual, se llevaron a cabo diversas actuaciones arqueológicas, especialmente en la zona ocupada con anterioridad por el huerto de las monjas, donde se hallaron restos arqueológicos de distintas épocas (romana, medieval, moderna). Es en esta fase de la intervención cuando se produce el importante descubrimiento de una portada mudéjar del siglo XIV, orientada a la plaza del Padre Juan de Mariana, que debió de formar parte de un edificio civil, y desarrollada en tres cuerpos: el inferior, formado por la puerta adintelada, sobre la que se encuentra un dovelaje en el que alternan hiladas de ladrillos con tiras de azulejos blancos, verdes y negros, todo ello enmarcado en una cenefa, también en azulejería, en la que aparecen diversos escudos nobiliarios; el cuerpo intermedio, compuesto por una serie de arquillos ciegos polilobulados, que se entrecruzan; y el cuerpo superior, en el que se encuentra un ventanal compuesto por tres arcos, también polilobulados, sostenidos por columnas de mármol.
En el interior del convento, en la zona ocupada por el huerto de las monjas aparecen en la actualidad un claustro y una nueva construcción para la ampliación de la biblioteca de San Pedro Mártir y sus espacios administrativos.
El claustro, convertido tras varias reformas en trapezoidal, y que era en origen de una sola altura, tiene en la actualidad dos plantas. Destacan la decoración epigráfica que recorre la parte superior del muro del claustro bajo y las vigas de madera sobre ménsulas de rollos. En el claustro alto, al que se abren diversas aulas y despachos, aparecen unos pies derechos de madera en los paños intermedios de cada panda, entre los grandes ventanales acristalados incorporados en la última reforma. Por último hay que destacar la presencia de pilares ochavados en los ángulos de la galería alta del claustro. (Fuente: Wikipedia)