Este patio-jardín se encuentra situado en la plaza Virgen de Gracia, 3 “Fundación Dolores Sopeña”
Tanto el paseo como esta plaza son vías agrupadas bajo un común denominador de la ermita, que tiene entrada actualmente por el número 7. Sixto Ramón Parro la describe como una ermita pequeña de fábrica moderna, sin mérito alguno, que parece no remontarse más allá de fines del siglo XVII, si bien ya era comentada en 1776 en el catastro.
Consiste en una sola nave, que más bien parece una sala, angosta y baja de techo, con su cupulita que la alumbra junto al altar; todo sumamente sencillo así interior como exteriormente. Solo tiene un retablo de madera dorado y de mal gusto churrigueresco, y en la hornacina del centro una imagen de Nuestra Señora, pintada al fresco en la pared misma, con el niño sobre las rodillas, y a sus lados Santa Elena y San Agustín. Pintura nada despreciable de pintor anónimo sobrecargada de adornos.
Al establecerse en 1901 las damas catequistas en Toledo, compraron la casa unida al oratorio. Allí establecieron su residencia y allí continúan hoy, ejerciendo el meritorio apostolado social de su Instituto, siguiendo la obra de su fundadora Dolores Sopeña. (Fuente: Historia de las Calles de Toledo)
La ermita está ubicada a la entrada y da paso a un hermoso jardín, bajo un templete de cuatro columnas en fábrica de ladrillo, dos brocales de granito destinados al riego de los jardines. Variedad de plantas, arbolado y setos, con espléndidas vistas de la zona oeste de Toledo, muestran la quietud del sitio que invita al descanso y meditación.